Podríamos aplicar al mundo del marketing las mismas premisas que al mundo del fútbol. (No debería ser tan imprudente como para hablar de fútbol de marketing tan a la ligera)
Los mass media (radio, prensa y TV) arrastran audiencias de locos, los futbolistas venden camisetas como si no hubiera un mañana. Pero, ¿y qué pasa con los de segunda división? ¿y tercera? ¿Y cómo se vive en regional? Eso, amigos, también es fútbol marketing y del bueno.
Pues pasa que vivimos tan alegremente.
Sabemos que hay otras ligas pero nos entregamos a nuestras rutinas diarias para hacernos un hueco en el vestuario, en nuestro campo, en nuestra ciudad y gracias a Internet, llegar a nuestro público en el mundo entero, si cabe. Y ya, cuando alguien te llama para tantear y tiene la intención de ficharte, ¡eso ya es la leche!
A lo que voy. Este es el día a día de un profesional liberal como yo, de empresas, de agencias y de todos nuestros clientes. Algunos juegan en primera división y otros, en categorías inferiores. Esto no significa que juntos no consigamos grandes éxitos.
¡Que lo hacemos!
¡Todos los días!
Sé que algo tengo que ver con ello, pero
¡Ay!, ¡Qué satisfacciones me dais con vuestros éxitos!
La comunicación se establece de forma obligatoria, por exceso o ausencia de la misma. Si hay comunicación, si estás al tanto de lo que ocurre puedes actuar de forma inmediata, destacar, aprovechar las oportunidades que el mercado te ofrece. Si decides no tomar partido, la ventaja la llevarán otros, jugarás en campo contrario sin ideas y te pisarán tu terreno más del tiempo necesario.
Gracias a la “fe” e inversión son muchas las marcas que, además de lanzarse al mercado, se posicionan y permanecen en el tiempo, aumentando ventas y consolidando su actividad.
Mucho ruido es necesario.
Enfocar los mensajes, renovar el lenguaje según quien te escucha, ofrecer siempre valor sobre el producto físico, que conozcan el lado humano de la empresa, que se recuerde la marca, ofrecer una experiencia diferente, etc.
Hablar, hablar y hablar.
Para eso tenemos las redes sociales que permiten que pasemos de canales profesionales a personales, de clientes particulares a empresas, de un lenguaje serio y riguroso cuando recomendamos en Linkedin, a la mínima expresión en Twitter, al poder de la imagen en Instagram.
Juegues en la liga que juegues, «echa el resto».
Aplica una estrategia a tu marca, a tu empresa, a tu proyecto, aprende del rival, mueve el juego y prepara las jugadas importantes para chutar a la portería en el mejor momento. (Lo de la falta y los penaltis no tengo forma de aplicarlo en esta larga y optimista metáfora, pero pensaré en ello)
¡Os deseo a todos muchas nueces!
María Lafuente
#felizweb #proyectosbonitos